Historias de Éxito

«Davos está muy bien conectado con el mundo».

El internacionalmente reconocido Instituto de Investigación AO se encuentra en Davos, en el Cantón de los Grisones. El profesor Geoff Richards, director del Instituto de Investigación AO, habla sobre las extraordinarias ventajas de investigar en un pueblo multinacional en las montañas suizas.

Geoff Richards
Prof. Geoff Richards: «Lo que me gusta de Suiza es el equilibrio entre las diferentes jerarquías, el ambiente de trabajo relajado».

La Fundación AO es una organización sin fines de lucro con una orientación médica dirigida por un grupo internacional de cirujanos especializados en el tratamiento de traumas y trastornos del sistema musculoesquelético. Fundada en 1958 en Davos por 13 cirujanos visionarios, la Fundación AO fomenta actualmente una de las redes más extensas de más de 20.000 cirujanos, personal de quirófano y científicos en más de 100 países.

En una entrevista que sostuvo con nosotros, el profesor Geoff Richards, director del Instituto de Investigación AO de Davos, explica las ventajas locales.

La Fundación AO ha crecido en sus sesenta años de existencia hasta convertirse en un centro de investigación de renombre internacional. ¿Cómo comenzó todo?

Originalmente vinimos a Davos porque se suponía que la tuberculosis se curaría aquí en los años sesenta, ya que existían buenos laboratorios de investigación. Nos establecimos aquí desde entonces porque Davos, a pesar de que es un pequeño pueblo en las montañas, tiene importantes conexiones internacionales. Tenemos excelentes institutos de investigación y salud en el área, como el Instituto Suizo de Asma e Investigación de Alergias SIAF, que goza de un gran renombre por su trabajo en inmunología.

La infraestructura local también es muy buena para nosotros; incluso desde aquí, en un área rural, puedes llegar fácilmente a cualquier lugar que necesites. También se llega bien al aeropuerto. A menudo viajo a otros países y durante el recorrido al aeropuerto cuento con una «oficina tranquila» en el tren con acceso a internet.

Davos es un pequeño pueblo en las montañas. ¿Tienen problemas para reclutar a empleados con talento?

Es muy fácil para nosotros reclutar a talentos. Al principio nos preocupaba que en Davos podríamos estar aislados, pero este no ha sido el caso en absoluto. Recibimos talento de todo el mundo, desde ingenieros hasta biólogos, médicos cirujanos o dentistas. Por supuesto, si buscamos un perfil muy especializado, como un histólogo, entonces estamos compitiendo con compañías farmacéuticas. Pero eso no es una cuestión de la ubicación, sino del costo. Entonces, no, la ubicación no es ningún problema.

Davos está muy bien conectado al mundo, lo que nos hace más fácil atraer a personas y celebrar congresos. También es perfecto para criar niños. Mis hijos crecen aprendiendo diferentes idiomas y las escuelas son multiculturales y todos son bienvenidos.

La estrecha colaboración entre la industria y el mundo académico es una situación única aquí en Suiza.

¿Dónde ve usted las ventajas de estar ubicado en Suiza?

Una ventaja única de Suiza es que es un país pequeño pero está bien conectado y, por supuesto, es el país número uno en innovación. Tenemos muchas redes en Suiza, por lo que todo el país es como un laboratorio, en cierto modo. El sistema de educación dual suizo es otra de las cosas que realmente me gusta del país: Trabajamos y contratamos a personas de universidades con un nivel altamente teórico, pero también de las universidades de ciencias aplicadas, las personas con capacidades prácticas que comienzan sus carreras con aprendizajes. Esta combinación cubre todas las áreas, desde el trabajo más pequeño hasta el trabajo teórico de élite, y todos son un equipo.

Creo que es una ventaja competitiva el que podamos trabajar fácilmente con las mejores universidades, por un lado, y la industria, por el otro. Cuando presidía la Sociedad Suiza de Biomateriales y Medicina Regenerativa, fuimos la primera sociedad que no solo fue académica, sino que también involucró a la industria. Esto ayuda mucho para la aplicación práctica de la investigación. La estrecha colaboración entre la industria y el mundo académico es una situación única aquí en Suiza.

¿Qué tiene de especial hacer negocios en Suiza?

Lo que me gusta de Suiza es el equilibrio entre las diferentes jerarquías, el ambiente de trabajo relajado. Por ejemplo, todo el mundo en este instituto me llama por mi nombre y nadie usa corbata. Si estoy en Alemania, uso corbata, pero en Suiza no, porque el ambiente es muy relajado.

Me encanta este país. Estoy aquí desde 1991. Y viajo por todo el mundo, así que estoy acostumbrado a otros lugares. Me gusta la mentalidad trabajadora, me gusta que podamos adaptarnos a diferentes culturas. Es fácil atraer a la gente para que venga a trabajar con nosotros. Si alguien quiere trasladar su empresa y tener su sede en Europa, Suiza es sin duda el lugar perfecto.

¿Qué depara el futuro para su negocio?

Uno de nuestros nuevos objetivos será crear empresas derivadas con ideas innovadoras. Las grandes empresas desean ver una prueba de concepto, lo que para nosotros significa ensayos clínicos, incluso en humanos, por lo que necesitamos poder establecer empresas derivadas que puedan hacerlos. Suiza es perfecta para esto, ya que es muy favorable para la constitución de empresas derivadas. Está Innosuisse, por ejemplo, la agencia nacional de promoción de la innovación, cuyo objetivo es ayudar con este tipo de proyectos. La ETH de Zúrich tiene grupos derivados, al igual que la EPFL de Lausana. Las empresas derivadas son el futuro y el futuro para Suiza también.

Las empresas derivadas son el futuro y el futuro para Suiza también.

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