Yandex, la empresa de internet más grande de Rusia, ingresó al mercado europeo occidental en 2012 con la apertura de una sede en Lucerna, Suiza. El equipo asumió la responsabilidad de atraer a nuevos clientes europeos, promover los negocios de la empresa y vender sus servicios.
Disponer de una oficina en Suiza le permitió a la compañía crecer más rápido en los mercados europeos, establecer relaciones con comunidades empresariales y lanzar un programa de intercambio con las universidades locales. Las empresas extranjeras querían vender sus productos en línea a clientes de Rusia y de la CEI, y necesitaban publicitarlos, pero no sabían cómo empezar. Yandex, empresa de TI y motor de búsqueda nacional, se convirtió para ellos en un socio imprescindible.
El trabajo de la oficina europea de Yandex se basa en el principio de ventanilla única: Los clientes se distribuyen entre los gerentes de cuentas y estos les ofrecen todos los productos y servicios de Yandex que les pueden resultar útiles para trabajar exitosamente en el mercado ruso.
En el corazón de Europa
La dirección de la empresa no dudó al elegir el lugar para establecer su sede europea. El objetivo de Yandex era abrir una oficina que estuviese lo más cerca posible de todos los clientes europeos, y Suiza se encuentra en el corazón de Europa. Además, Yandex necesitaba un entorno muy estable desde el punto de vista jurídico, financiero y monetario, que le permitiera planificar e invertir a largo plazo. Finalmente eligieron Suiza porque ofrece un entorno favorable para los negocios donde se cuenta con la ayuda de las autoridades nacionales y regionales.
Las autoridades del cantón de Lucerna les dieron el apoyo indispensable para resolver los muchos problemas que inevitablemente surgen al entrar a un mercado. Yandex recibió asesoramiento profesional en materia financiera y también sobre la contratación de especialistas extranjeros. Además, las autoridades ayudaron a establecer contactos con la comunidad empresarial y con los principales funcionarios gubernamentales. El gobierno es muy amable con todas las empresas, independientemente de su tamaño o número de empleados.
